La fuga madrugó en el Giro

Peter Sagan nunca querrá conformarse con ser segundo ante otros sprinters más jóvenes y explosivos. Peter Sagan tiene un equipo que le puede ayudar con todas las piezas para dominar una etapa, poner ritmo y eliminar a esos embaladores puros. Pero lo que no pudo hacer el Bora Hansgrohe en la jornada fue concertar una colaboración de otros equipos, por lo menos no a tiempo, para detener a uno de los 8 corredores de la fuga del día.

Taco van der Hoorn (IWG) en ataque para la primera victoria de su equipo en el año. Foto LaPresse

UAE Team Emirates intentó tomar la rienda de la persecución en el segundo sprint intermedio a 15 kilómetros de la meta en Canale, cuando ya Sagan se había quedado sin su equipo, pero Taco van der Hoorn (IWG) también hizo su movida al dejar a tras a Simon Pellaud (ANS) quien también había apostado por sobrevivir luego de un paso por tres premios de media montaña. El corredor de los países bajos sabía que un minuto podría sostener un ataque en los ultimos 10 kilómetros, por lo menos esa era su esperanza. Taco tuvo que pasar además otro repecho duro a 5 kilómetros donde parecía que ya pedaleaba más por el corazón que con las piernas.

El Bora Hansgrohe apostó todo sin llevarse recompensa. Foto LaPresse

También el Cofidis intentó ayudar en la persecución en la recta final, pero no pudieron echarle abajo el sueño de toda una vida a van der Hoorn, quien de paso salvó momentáneamente la floja temporada del Inter marché Wanty Gobert, recién ascendido a la categoría world tour.

A Taco le tocó hacer el camino largo para convertirse en un corredor con posibilidades de correr en una grande. Inicio en un equipo continental en su país y se unió después al Procontinental Roomport, hasta que en 2019 recibió la afortunada llamada del Jumbo Visma para subir de categoría. Tras dos años en la escuadra fue dejado en libertad y llegó al equipo de licencia belga IWG.

“No sabía que solo había cuatro segundos entre el pelotón y yo. Quizás sea porque celebré demasiado en los últimos 100 metros”, dijo van der Hoorn en la conferencia de prensa. “También sentí la presencia del pelotón, pero miré hacia atrás un par de veces y pude ver que estaba bastante atrás. Sabía de las dos curvas cerradas en el último kilómetro, pero no sabía qué tan pronunciadas eran. Fue un gran objetivo para mí ir a la escapada hoy. Había planeado que ninguna escapada iría sin mí. No era el plan terminar así, pero tenía que aprovechar la pequeña oportunidad que tenía. Esta primera victoria del año significa mucho para mi nuevo equipo. Nos sentimos bien entre bastidores y estuvimos cerca en el Tour del Algarve. Estoy feliz de que el equipo me haya dado un buen programa y algo de libertad después de los dos años que pasé en Jumbo-Visma trabajando para Wout van Aert en los clásicos o persiguiendo escapadas para Dylan Groenewegen ".

La fuga en la primera semana del Giro no tiene el porcentaje más alto de probabilidades, pero esta vez madrugó.

Cabe destacar que el grupo de persecución el ganador del embalaje fue Davide Cimolai (ISN), evitando también la máxima cosecha para otros interesados en la maglia ciclamino como Peter Sagan y Fernando Gaviria. El sprinter colombiano demostró una gran forma al seguirle el paso a sus compañeros escaladores en el sprint bonificado. Aunque sumó unidades para la clasificación de puntos, Fernando está demostrando una gran forma que podrá utilizar en la siguiente cita al embalaje. Aunque no terminó con el lote mayor, Tim Merlier (AFC) aún tiene la camiseta de puntos, pero se acercó Elia Viviani (COF) a 12 del belga.

Ninguno de los lideres de equipo quedó cortado en la jornada, siempre muy pendientes de su posición antes de la primera batalla real en la montaña de este martes.

Luego de una transferencia de dos horas en los buses, la caravana pernoctó en Piacenza para la salida de la etapa 4 de 187 kilómetros con dirección sur hasta Sestola, cerca de loa Apeninos que dividen la Emilia Romagna y la Toscana.

MONTAÑA A LA VISTA, ETAPA 4

No ha sido ya una sorpresa qu el recorrido del Giro meta una llegada en alto tan temprano como la etapa 4, aunque la de esta edición no está considerada oficialmente como llegada en premio de montaña ya que la meta queda dos kilómetros después de la cima final.

La carrera entra a la región de Emilia Romagna con unos 70 kilómetros de terreno de calentamiento para la montaña de la segunda parte del recorrido. Para la llegar al primer sprint intermedio el pelotón rodará en un falso llano y subirá a la ciudad de Rossena. A partir de ahí no hay descanso rumbo a los tres puertos de la jornada. El primero esta a 75.2 de meta con 3.5km de longitud una media del 8.6% y máxima del 14%. El segundo es el más largo con 8.6 km al 4.7% y máxima del 18% en el Monte Molino, cuyos ultimos 2 mil metros tienen una media del 11.6%.

Varios repechos no categorizados preparan la escena del segundo sprint intermedio, el de las bonificaciones en la ciudad de Fanano, desde donde inicia el premio más difícil del día. La subida al Colle Passerino se realizará sobre carretera estrecha, con pendientes superiores al 10% en tramos extendidos y picos largos que superan el 13-14%. En la marca de 2 km, donde termina el puerto, la carretera desciende aproximadamente unos 800 metros y luego vuelve a subir (4.2%) a la puerta del último kilómetro. Empieza con un descenso de 200 metros para luego elevar el terreno paulatinamente en un falso llano. Hay una curva a la izquierda a 350 metros sobre el corso Libertá y la meta está en la plaza Passerini.

Si no sucede algo extraordinario, habrá cambio de liderato. ¿Será capaz Tobias Foss (TJV) de aguantar el ritmo de corredores de mayor experiencia para heredar la maglia rosa, o será Remco Evenepoel (DQT) el siguiente candidato al liderato? En esta ciudad ya ganó Giulio Ciccone (TFS) en 2016 y no es mal candidato para repetir.