Caleb, calor y caídas

“En la mayor parte de los sprints, Caleb no necesita de un tren. Solo necesitamos acomodarlo y él resuelve con potencia”. Así se expresó Thomas de Gendt de su joven compañero y acreedor a su segunda victoria al embalaje en la etapa 16. El compacto australiano, quizás uno de los que más sufrió en la etapa del pasado domingo en Foix, vino una vez más de atrás luego de perder la rueda de su coequipero Jasper De Buyst en el último kilómetro. Una vez el lote pasó por el costado derecho de la última rotonda a 400 metros de meta, Caleb Ewan hizo un lanzamiento por el medio de la avenida, donde estuvo muy cerca de tocar rueda con el argentino Maximiliano Richeze. Nunca bajó su velocidad de lanzamiento y superó a Elia Viviani por casi una bicicleta. El sprinter italiano llegó con dos lanzadores ---Morkov y Richeze—pero seguramente gastos de otros días en pos del lider Alaphilippe hoy no le permitieron tener esa explosividad de remate.

No termina el sueño de Caleb Ewan (TLS). Foto A.S.O./Pauline BALLET

Dylan Groenewegen (TJV) gozó del trabajó de su equipo para mantener la fuga en control, pero quizás su tren también acusó cansancio y Mike Teunissen se le quedó temprano en el cierre. El equipo holandés extrañó a Wout Van Aert, quien en un día como hoy podría haber mantenido su posición hasta el final, pero el belga se sigue recuperando de la intervención quirúrgica que sufrió en el muslo derecho en la caída de la contrarreloj individual.

Groenewegen aquí fue 3°, pero es el ganador de la última etapa del Tour en 2017, así que tendrá que esperar para tratar de ganar la segunda en la carrera en los Campos Elíseos.

Hubo dos caídas de importancia en la jornada. Geraint Thomas (INS) se fue al piso poco antes de cumplir los primeros 100 kilómetros de la etapa. Al parecer los cambios electrónicos se bloquearon y provocaron que la rueda delantera le hiciera un extraño y se fuera al piso sobre el costado izquierdo. Aunque el episodio no pasó a mayores, es una situación a revisar por los mecánicos porque esto no puede ocurrir en pleno ascenso en los Alpes.

La otra caída si fue de consecuencias más dramáticas. Dentro de los últimos 30 kilómetros, cuando todos los favoritos de la general rodaban delante del pelotón por aquello de los vientos, Jakob Fuglsang (AST) se fue al piso violentamente. Casi todas las camisetas azules rodearon a su líder, pero el dolor de los golpes no le permitió seguir al danés. “Estoy muy desilusionado por dejar así el Tour, pero el dolor era demasiado. Alguien se cayó frente a mí y no pude evitarlo. Salí despedido por encima del manillar. El brazo izquierdo de inmediato se hinchó y apenas me podía sostener en pie. Ahí super que sería el final de mi Tour. Estaba muy motivado parala última semana y mejorar mi posición en la general”, comentó Fuglsang a través de un comunicado oficial del Astana. Afortunadamente las placas que se le tomaron no revelaron fracturas.

Unas horas más tarde se informó que el equipo kazajo también dio de baja a Luis León Sánchez debido a problemas en la espalda que venía arrastrando hace unos días.

¡Cuánto calor! Foto A.S.O./Pauline BALLET

Esta etapa en Nîmes fue el inicio de un paso infernal por la onda de calor que azotará esta semana a gran parte de Europa. Una cantidad que pudo haber rondado entre 350 y 400 bidones por equipo se tuvo que preparar para mantener los más hidratados y frescos a los corredores con temperaturas de hasta 40°C sobre carretera. Otro recurso fueron las medias con hielo en la espalda. Si el cansancio ya tiene un impacto en la mayoría del pelotón, este factor que será constante en los que queda de carrera puede dejar desarmado a algún corredor de la general.

Este miércoles la jornada es de 200 kilómetros entre Pont du Gard (Nimes) y Gap. Históricamente la llegada a Gap ha significado éxito para las fugas como cuando ganó Rubén Plaza en 2015 o Rui Costa en 2013. Quizás el recuerdo más dramático de la bajada del Cote de la Rochette cuando en 2003 Alexander Vinokourov iba en fuga y atrás en una persecución a tope, en un día de extremo calor, Joseba Beloki perdió el control de su bici porque la goma de su rueda delantera se calentó y se reventó. Lance Armstrong que venía detrás suyo alcanzó a librar el accidente al irse de frente por un pastizal. Aunque Beloki hizo un regreso luego de las fracturas múltiples en esa caída, ya nunca pudo recuperar su lugar como protagonista en el pelotón.

En esta etapa 17 no habrá tanta montaña, ya que el recorrido va de sur a norte y entrará por el sur de la ciudad. El sprint intermedio es el primer punto de atención en el recorrido a 62 kilómetros de la salida. El terreno comenzará un ascenso constante de 795 metros hasta el primer premio que es de 4° categoría en la Cote de la Rochette-du-Buis. Luego sigue un largo tramo de terreno de tránsito de con algunos repechos hasta el segundo y último premio, el Col de la Sentinelle, de 3ª categoría (5.2km al 5.4%) que se corona a 8.5 km de la etapa.

El descenso a Gap no es constante, ya que tiene un par de columpios, pero también varias curvas de atención, incluida una muy forzada a la derecha a 1,200 metros de la llegada. El Boulevard Georges Pompidou es el escenario de ese último kilómetro con una curva a la derecha justo a 200 de la línea.

Sólo 6 equipos han tenido en sus manos las victorias de 16 etapas hasta ahora, lo que deja a 16 escuadras hambrientas de triunfo. Una fuga con peso y número deberá ser la gran protagonista del día. Los equipos de favoritos estarán contentos en dejar ir a la escapada para no tener que gastar un gramo antes de los Alpes. Sólo les pedimos a todos precaución en la bajada, aunque no sea por el infame Cote de la Rochette.